El Consejo Municipal en Cuerno emerge en el caso de las decisiones de refugiados por condena

El Consejo Municipal en Cuerno emerge en el caso de las decisiones de refugiados por condena

En el pintoresco cuerno, los refugiados ucranianos encontraron refugio en un edificio en Seestrasse 31. Este edificio, que pertenece a la esposa del concejal de FDP, Beda Fischer, ha sido un lugar para quedarse para los refugiados que huyeron de su patria antes de la guerra. El alcalde Thierry Kurtzemann enfatiza que la decisión de ofrecer el alojamiento allí se tomó por razones prácticas. "Es la solución más barata para nosotros, de lo contrario deberíamos haber alquilado muchos apartamentos", explica Kurtzemann.

Actualmente, un total de doce refugiados viven allí. Desde el comienzo de la Guerra de Ucrania, Horn ha registrado un cierto número de refugiados, como lo requiere la comunidad. El precio de alquiler de CHF 2500 por mes para este alojamiento es un factor importante, especialmente en vista de la difícil situación de vida en la comunidad.

Consejo municipal sobre el hilo sobre temas decisivos

Beda Fischer, que ha estado en el consejo local desde el 1 de junio de 2023 y es responsable del departamento de construcción e instalaciones, enfrenta un desafío especial. Fischer siempre tiene que ir al final de todas las decisiones que afectan el alojamiento de refugiados. Esta es una precaución para descartar posibles conflictos de intereses, incluso si las decisiones del Consejo Municipal son públicas. Kurtzemann asegura: "No tenemos preocupaciones sobre un favor".

La decisión de acomodar a los refugiados en este edificio cayó en febrero de 2022, cuando la comunidad buscó rápidamente una solución, ya que el otro alojamiento en Grünastrasse ya estaba completamente ocupado. "Es muy difícil encontrar apartamentos adecuados porque muchos propietarios no quieren aceptar refugiados. Estamos contentos con esta solución", agregó Kurtzemann.

Los fondos son complejos. La migración a Suiza, provocada por la guerra en Ucrania, presenta las comunidades de nuevas tareas. Existe una clara necesidad de adaptaciones, lo que, sin embargo, a menudo afecta las dificultades para proporcionar. A pesar de estos desafíos, el municipio de la bocina es pragmático y trata de encontrar una buena solución para los refugiados en este período crítico.

Las condiciones de alquiler y la ubicación del alojamiento ofrecen al municipio una cierta flexibilidad en la administración de atención de refugiados. Fischer y Kurtzemann están de acuerdo en que la solución actual tiene sentido económico y que las necesidades de los refugiados satisfacen. Esta actitud proactiva podría servir como un ejemplo para otras comunidades que enfrentan desafíos similares.

El caso de la bocina también plantea preguntas: ¿Dónde buscará el alojamiento adecuado para los refugiados en el futuro? ¿Y cómo se pueden tratar transparentemente los conflictos de intereses no solo en el propio Consejo Municipal, sino también en el público en general? La discusión sobre estos temas sigue actualizando y requiere atención constante de los responsables.

Para obtener más información sobre la situación de los refugiados ucranianos en la bocina y los desafíos asociados, los lectores interesados pueden hacer el artículo en www.tagblatt.ch leer.

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