Los secretos de una vida larga: ¡Cómo ayudan los contactos sociales!

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En “Lo que nos mantiene jóvenes”, Marta Zaraska analiza cómo las relaciones sociales y los objetivos de vida son cruciales para nuestra longevidad.

Marta Zaraska analysiert in "Was uns jung hält", wie soziale Beziehungen und Lebensziele entscheidend für unsere Langlebigkeit sind.
En “Lo que nos mantiene jóvenes”, Marta Zaraska analiza cómo las relaciones sociales y los objetivos de vida son cruciales para nuestra longevidad.

Los secretos de una vida larga: ¡Cómo ayudan los contactos sociales!

Marta Zaraska, la respetada periodista científica canadiense-polaca, revela conocimientos extraordinarios sobre lo que alarga o acorta nuestra vida en su libro What Keeps Us Young. Le sorprende comprobar que no sólo aspectos como la dieta y el ejercicio son cruciales, sino también las interacciones sociales y los factores psicológicos. Las personas casadas presentan un riesgo significativamente menor de sufrir enfermedades graves como enfermedades cardíacas y Alzheimer, ya que una relación feliz puede incluso prolongar la esperanza de vida después de cirugías críticas, como por ejemplo oe24.at informó.

Por el contrario, un amplio estudio de la Universidad de Illinois, analizado en la Conferencia de Nutrición de Boston, encontró que un estilo de vida saludable puede prolongar la vida más de veinte años. La investigación muestra que los hombres de 40 años con un estilo de vida equilibrado pueden vivir una media de 23,7 años más, mientras que las mujeres se benefician de 22,6 años. Los factores clave incluyen actividades como el ejercicio regular, mantener contactos sociales positivos y lidiar conscientemente con el estrés. Sin embargo, malas conductas como fumar y consumir alcohol en exceso aumentan significativamente el riesgo de muerte. Estos hallazgos fueron hechos por tagesschau.de presentado.

Factores para una vida más larga

Tanto Zaraska como los investigadores estadounidenses enfatizan la importancia de los vínculos sociales y los objetivos de vida. El voluntariado puede reducir el riesgo de muerte hasta en un 44%, mientras que las personas con redes sociales estables tienen menos probabilidades de sufrir ataques cardíacos o diabetes. Zaraska también muestra que el optimismo y los pensamientos positivos pueden aumentar la esperanza de vida hasta diez años. Esto está directamente relacionado con una mejor salud física y mental. La soledad crónica, que puede aumentar el riesgo de muerte hasta en un 83%, es otro factor crítico que resalta la importancia de las relaciones interpersonales.

En resumen, de estos hallazgos se puede concluir que aspectos de la vida social, las actitudes personales y un estilo de vida saludable desempeñan un papel esencial en la esperanza de vida. No es sólo lo que comemos o cuánto ejercicio hacemos, sino también cómo vivimos e interactuamos con los demás lo que influye en nuestra salud y envejecemos.