Extracción temprana: ¡Reconozca los trastornos del sueño como un riesgo progresivo!

Extracción temprana: ¡Reconozca los trastornos del sueño como un riesgo progresivo!

Fulda, Deutschland - El peligro de la demencia podría reconocerse mucho antes de la ocurrencia real de síntomas por nuestros hábitos de sueño. La última investigación muestra que los trastornos del sueño, especialmente en el sueño REM, son la fase corporal en la que experimentamos sueños animados, como signos de advertencia de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o Parkinson. Este conocimiento se basa en un estudio canadiense que muestra que las personas que tienen problemas con su comportamiento del sueño en el ciclo REM tienen un riesgo 100 por ciento mayor de desarrollar demencia, y este año antes del diagnóstico, como informa el periódico FULDA.

La Sociedad Alemia de Alzheimer tiene actualmente alrededor de 1.8 millones de personas con demencia en Alemania, aunque el número de enfermedades ha aumentado constantemente en los últimos años. Los síntomas de la demencia, que incluyen confusión, pérdida de memoria y dificultades en la vida cotidiana, a menudo conducen a un diagnóstico tardío. Además, un extenso examen epidemiológico muestra que las personas que duermen menos de siete horas por noche en mediana edad tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar demencia en la vejez. En particular, las personas con seis o menos horas de sueño informan una tasa de demencia de 22 a 37 por ciento más alta, como los resultados de la investigación en Estudio del Dr. Séverine Sabia Ocupy.

Influencia de la duración del sueño en el riesgo de enfermedad

La duración y la calidad del sueño juegan roles decisivos en la prevención de la demencia. Según la Iniciativa de Investigación de Alzheimer, los procesos de regeneración importantes se ejecutan durante el sueño, en el que se eliminan las sustancias nocivas, como la beta de la proteína amiloide. En el caso de una falta crónica de sueño, tales proteínas tóxicas podrían ocurrir en el cerebro, lo que podría allanar el camino hacia la enfermedad. Los resultados de la investigación muestran que un sueño de un promedio de siete horas por noche es el más barato para reducir el riesgo, mientras que el sueño largo (> 8 horas) también alberga peligros aumentados, como ilustra una conexión entre los hábitos de sueño y los estados de salud.

En resumen, se puede afirmar que tanto los patrones de sueño como la calidad del sueño son de importancia esencial para reducir el riesgo de demencia posterior. Los procesos de limpieza del cerebro que funcionan durante el sueño enfatizan la alta prioridad de las noches relajantes. Las medidas preventivas no solo deben incluir actividad física y una dieta saludable, sino que también apuntar a la duración del sueño regular y suficiente para promover la salud neuronal de manera sostenible.

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OrtFulda, Deutschland
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