Viejo hombre blanco: ¡una pelea divertida contra los clichés en la vida cotidiana!
Viejo hombre blanco: ¡una pelea divertida contra los clichés en la vida cotidiana!
En un mundo en el que términos como "Old, White Man" a menudo se consideran negativos, el cineasta Simon Verhoeven trae un aire fresco al cine con su nueva comedia "Old White Man". El personaje principal, interpretado por Jan Josef Liefers, es el valiente hombre de familia Heinz Hellmich, que intenta desesperadamente escapar del cliché. Pero cuanto más lucha, más aprovecha la grasa de la vida moderna.
Heinz, que hasta ahora ha cumplido todas las expectativas sociales, enfrenta el desafío de repensar sus puntos de vista para salvar su trabajo. Su jefe, el Dr. Steinhofer, interpretado por Michael Maertens, le deja en claro que los viejos chistes y comentarios discriminatorios ya no son aceptables. En busca de una forma de presentarse como progresista, Heinz planea una cena importante con su esposa Carla (Nadja Uhl) y las personalidades más influyentes, lo que lo lleva al borde de la locura e incluso conduce a Berlín, donde visita a su hija Mavie (Sarah Mahita).
Una reunión de las culturas
Verhoeven usa la comedia para dejar que diferentes personajes chocen. Heinz y Carla creen que son tolerantes, pero luchan con la expresión correcta. Tu sala de estar, con DVD polvorientos, se convierte en el símbolo de tus dificultades: "¿Tenemos realmente algo que no sea viejo y blanco?" Pregunta a Heinz desesperadamente. Los padres de su hija Leni (Momo Beier), que son apasionados por el cambio climático, se oponen a esto. El Dr. Steinhofer ve la diversidad solo como una fuente de ganancias, que el consultor de gestión Lian Bell (Yun Huang) pone de ira.
Los desafíos de la sociedad moderna
La alineación se complementa con el adicto a la tecnología älex (Elyas M’Barek), que garantiza tensiones adicionales con su autooptimización compulsiva. El abuelo Georg (Friedrich von Thun) también está allí, que no puede hacer nada con términos modernos como el lenguaje de género. La película, que dura casi dos horas, ilumina las dificultades de la cooperación y no permanece con controversia. Verhoeven describe al "hombre blanco y blanco" como un concepto de lucha y pide discutir abiertamente y ser autocrítico. Al final, después de muchos malentendidos, todos los personajes se sientan juntos en la mesa y se ríen, también sobre sí mismos.
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Ort | Berlin, Deutschland |
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