Protestas contra el trabajo de mezcla de concreto: el empresario Manzke lucha por la aprobación

Protestas contra el trabajo de mezcla de concreto: el empresario Manzke lucha por la aprobación

En el corazón de Lüneburgo, el empresario Felix Manzke planea construir un mezclador de concreto moderno, a pesar de aumentar las protestas civiles. Manzke, director gerente del grupo del mismo nombre, tiene que reemplazar el proyecto en vista de un trabajo mixto existente que tendrá que cerrar pronto. La nueva planta de mezcla de concreto se construirá en el área industrial entre Landwehr, Autobahn y el antiguo B4. Sin embargo, la Iniciativa Ciudadana Pro Papenburg expresa preocupaciones considerables porque teme la suciedad, el ruido, el aumento del tráfico y, en particular, los peligros para el camino a la escuela en Bernsteinstrasse.

"Confiamos en la tecnología moderna", explica Hendrik Hilmer, gerente técnico de la empresa. La planta de mezcla planificada está diseñada como un sistema cerrado, lo que significa que no hay partículas de polvo o arena en el aire. Hilmer agrega que la nueva tecnología consume solo la mitad del agua en comparación con los sistemas mixtos más antiguos. Manzke, quien mantiene numerosas sucursales en la región, también enfatiza las ventajas logísticas de la ubicación. La proximidad a la carretera está destinada a ayudar a optimizar los viajes de entrega y así reducir las emisiones.

Reacciones de los residentes y análisis de transporte

Los residentes han luchado particularmente que tienen que esperar un aumento significativo en el tráfico debido a la construcción prevista. Según Manzke, alrededor de 18,000 vehículos corren en el viejo B4 todos los días. Estima que la nueva ubicación para la planta de mezcla de concreto podría manejar alrededor de 60 a 100 cargas de camiones al día. Esto se opone a sus cálculos, que solo predicen un aumento de seis a diez vehículos hacia Bardowick. Como la compañía de Manzke está tratando de transparencia, también informó al alcalde local Jens-Peter Schultz y la política de Lüneburg sobre sus planes. A pesar del permiso de construcción retirado, Manzke quiere quedarse con su proyecto.

"Ya hemos presentado opiniones de expertos sobre problemas ambientales y de tráfico que también pueden usarse en el nuevo proceso de plan B", explica Manzke. Esto indica que también está determinado en esta fase de planificación para implementar el proyecto. También enfatiza la situación económica de la industria de la construcción, en la que los artesanos tienen que lidiar con las disminuciones en orden. Como proveedor, Manzke siente los efectos de los desarrollos del mercado, lo que le obliga a él y a su compañía a trabajar de manera extremadamente eficiente para asegurar la fuerza laboral.

Con su visión y los enfoques innovadores, Felix Manzke intenta encontrar el equilibrio entre las necesidades de sus clientes y las preocupaciones legítimas de los residentes. Queda por ver cómo se desarrollará la situación. Sin embargo, las disputas entre las ambiciones económicas del emprendedor y las preocupaciones de los ciudadanos parecen ser inevitables, mientras que la política local debe sopesar los pasos necesarios para la discusión y la posible aprobación del proyecto.

Los antecedentes y otros desarrollos sobre esta controversia aún se observan de cerca, y está claro que el tema podría tener un impacto significativo en la región a corto y largo plazo.

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