La política está cambiando la tendencia: ¡la biomasa sigue siendo parte de las energías renovables!
Descubra cómo un nuevo compromiso en Alemania garantiza la biomasa como energía renovable y mejora las condiciones fiscales.

La política está cambiando la tendencia: ¡la biomasa sigue siendo parte de las energías renovables!
En Alemania se alcanzó un compromiso importante en el ámbito de la bioenergía. El término "fuentes de energía renovables" se ha eliminado por completo de la Ley del Impuesto sobre la Electricidad, lo que significa que la biomasa permanece en la definición de electricidad procedente de energías renovables. El Ministerio Federal de Finanzas (BMF) sugirió originalmente eliminar la biomasa de esta definición, lo que habría puesto en peligro los beneficios fiscales que son importantes para las empresas de bioenergía y agrícolas. Sandra Rostek, directora de la Oficina de Bioenergía del Capital (HBB), elogia este compromiso, pero critica el enfoque del BMF, en particular el rechazo de la propuesta de reconocer los certificados de sostenibilidad ya emitidos.
La decisión también debe verse en el contexto de las regulaciones de la UE, que exigen que la bioenergía demuestre su sostenibilidad. Según Umweltbundesamt, la certificación de materias primas bioenergéticas debe cumplir criterios fiables, ya que unos requisitos bajos pueden reducir el impacto positivo sobre el medio ambiente y la sociedad. La implementación en Alemania se considera insatisfactoria porque muchos sistemas de certificación no son creíbles y a menudo faltan controles externos.
Desafíos de la certificación de sostenibilidad
Una preocupación central es la definición de criterios que permitan controles fiables. La biomasa plantea desafíos particulares porque las complejas interacciones del uso de la tierra son difíciles de cuantificar. Deben tenerse en cuenta factores importantes como la protección de la biodiversidad y el derecho a la alimentación. Alemania ya ha implementado los requisitos de la Directiva de Energías Renovables de la UE (EU-RED), que establece requisitos vinculantes de sostenibilidad para la biomasa. Sin embargo, a menudo se critica su implementación porque muchos sistemas no se consideran suficientemente creíbles.
Además, los expertos advierten que las materias primas certificadas sólo podrían utilizarse dentro de la UE, mientras que otros mercados que también demandan materias primas bioenergéticas no se abordan adecuadamente. La necesidad de tomar medidas políticas se considera urgente, sobre todo teniendo en cuenta las emisiones de gases de efecto invernadero, que a menudo son inferiores a lo que se suponía originalmente.
Al mismo tiempo, Morbihan, un departamento de Bretaña, desempeña un papel interesante en el debate sobre el uso sostenible de los recursos. El departamento cuenta con un fuerte sector agrícola y una fuerte apuesta por la bioenergía. Con una superficie de 6.823 km² y 905 km de costa, Morbihan, que se caracteriza tanto por la agricultura como por el turismo, tiene una población de 776.103 habitantes (en 2022). La región es particularmente conocida por su producción en avicultura y también se espera que desempeñe un papel cada vez más importante en la bioenergía.
En general, los acontecimientos actuales en Alemania muestran que los responsables políticos están interesados en tener en cuenta tanto la dimensión ecológica como la económica de la bioenergía. El último compromiso sobre regulación fiscal podría verse como una señal positiva para el futuro de la bioenergía en Alemania, aunque persisten desafíos en materia de certificación y sostenibilidad.